
Maitaneren hausnaketa
Laster arte Senegal
Quisiera agradecer este viaje a Bass y a Euleuk porque sin ellos esta aventura no hubiera sido lo mismo.
A Bass por aguantarnos 24/7, por acogernos en su increíble familia, por ser nuestro confidente y preocuparse siempre de nosotras, por tener siempre una sonrisa de oreja a oreja y cuidarnos como unas reinas. A Olatz por ayudarnos tanto desde la distancia, por estar siempre pendiente de nosotras, pero sobre todo, por ser como es.
Warang ha sido y sera nuestro pequeño hogar en Senegal. Un pueblecito lleno de ovejas, burros, cerdos, cabras, mosquitos horribles y personas maravillosas.
De Senegal me llevo su gente, gente maravillosa que te acoge nada mas conocerte, te sonríe y te abraza como si fueras parte de su familia, gente resiliente y humilde, que se abre y confía en ti y que su felicidad no depende de lo material.
También me llevo todo el amor incondicional que nos han dado las y los niñas y niños del pueblo, las y los bebes del orfanato y las sisters.
Volver a casa después de todo lo que hemos visto y vivido es extraño, pero nos consuela saber que no es un adiós, sino un hasta luego. Nos volveremos a reencontrar,
Jerejef Senegal. Beti nire bihotzean.